Palestina y la guerra civil

El atentado contra Abu Rayab ha teñido de nerviosismo a toda la sociedad palestina. La víctima, jefe de los Servicios Secretos de Palestina y hombre cercano al Presidente palestino, Abu Mazen, hace que el enfrentamiento entre los dos principales bastiones del país, Al Fatah y el Gobierno ejecutado por Hamas, se acentúe con mayor intensidad. Este poblema debe ser tenido en cuenta por EEUU, la Unión Europea y Rusia, que con la paralización de las subvenciones hacia el Gobierno palestino, no hacia la población, fomenta todavía más la agresividad entre las diferentes facciones.

El pueblo palestino roza ya el umbral de la pobreza favorecido todo ello por el bloqueo económico-comercial impuesto por Israel y ahora con la paralización de las fuentes petrolíferas en la región. Lo peor que podría pasar sería una guerra civil acompañando a todo el problema que suscita el país judío. Una de las soluciones que se barajan es la paralización de la violencia de Hamas y las conversaciones pacíficas de éstos con Al Fatah, aunque por ahora el grupo islamista no cede demasiado en su empeño.

Hace unos días el Gobierno de Hamas legalizó e integró a un nuevo grupo miliciano cuyo máximo líder es Samhadana, uno de los principales terroristas buscados por Israel. Con estas actuaciones quien va a salir perdiendo va a ser el propio Hamas que sin ceder un ápice a la legalidad internacional puede provocar un desastre hacia sus propios votantes y al resto de la población palestina. Ante todo debe abandonar las armas.

Froilán Sánchez Caballero 3º c